"El Cubíl del Basilisco" (Libre)

Una vez más el ocaso caía sobre el estado de Nueva York, y una vez más me veía obligado a hacer lo que mejor se me daba, barrer las calles de indeseables que sin lugar a duda estarían haciendo de las suyas, cubiertos por el manto de la noche sin tener en cuenta que por más sigilosos se volviesen, más meticuloso me volvería yo. -Eso es, déjate llevar, recuerda lo realizado que te sentías cuando matabas en mi nombre, cuando no había límites, se que aun mantienes esa sensación en ti. Las voces de Khonsu resonaban en mi cabeza tratando confundirme de nuevo, pero no le resultaría fácil, ahora se que todos mis logros los he cosechado yo, y no debo nada a un jodido pájaro que intenta tocarme los huevos a la menor oportunidad. -Eres insistente pero después de todo el tiempo que llevas intentándolo ¿No crees que sería mejor que te fueses a marear a otro? Ignoraba las continuos murmullos que me incitaban a matar en nombre de un Dios egipcio pasado de moda, tenía cosas más importantes que haceren estos momentos. Bajé al hangar donde reposaba el lunacóptero y me adentré en su interior, el chivatazo era fiable pues estaba seguro de que aquél chico querría procrear algún día, era uno de los motivos que le di para que se portase bien y no me hiciese cabrear.

Cuando me adentré en el interior del hangar, las luces se encendieron haciendo de ese modo todo fuera visible, hice aparecer mi equipo de combate que rápidamente cubrió todo mi cuerpo adoptando la identidad del Caballero Luna. Subí al lunacóptero y lo puse en marcha haciendo que las puertas se abriesen para dejar paso a la aeronave, poco a poco fue cogiendo velocidad hasta que finalmente despegó elevándose en el cielo. -Sabes que disfrutas haciéndolo, no deberías privarte de los pequeños placeres que tienes a tu alcance ¿A quién le importa esa escoria a la que golpéas, como si de sacos se tratasen? Era algo con lo que debía cargar el resto de mi vida, pero por otro lado me ayudaba a desahogarme siempre que lo necesitaba. -Disfrutaría dándote una patada en el culo, te lo aseguro. en poco tiempo llegué hasta las coordenadas que había introducido en el lunacóptero, aterricé en las cercanías del polígono y me dispuse a entrar en acción, la pederastia no era algo que me agradase en absoluto por lo que alguien debía explicarles a los malos, que eso no debía hacer con sus propios métodos.

Empecé a subir por un montón de cajas de madera apiladas que había frente a la fachada de la nave industrial, luego obervé por la ventana como tres tipo con uniformes verdes hablaban, fumaban y bebían al lado de una celda. -Tan cerca... carne fresca... un buen depredador nunca debe dejar pasar oportunidades así. Las palabras de Khonsu cada vez lograban hacerme menos efecto, hasta tal punto que serían ignoradas de no ser por esa molesta figura con forma de pájaro que me irritaba a niveles sobrehumano. -Piérdete pajarraco. Me adentré por la ventana y me desplacé por las vigas hasta llegar a un pilar que me permitiese bajar, sin hacer ruido, cuando toqué el suelo avancé entre la sombra para que dos de los hombres me viesen. -¿Interrumpo algo "caballeros"? Los hombres se apresuraron a coger sus pistolas, pero mis dardos luna impactaron en sus manos, a lo que respondieron entonces cogiendo sus cuchillos. -Haremos filetes de super héroe, no debiste hacernos enfadar niño bueno. Saqué mi porra extensible de 40 centímetros y sin darles tiempo a reaccionar, les golpeé brutalmente noqueándoles, el otro hombre que se alertó por la trifulca utilizó un fusil pesado, con el cual abrió fuego impactando en las paredes y las cajas de alrededor, mientras preparé uno de mis dardos luna que le desarmó.

Guardé mi porra extensible y me acerqué hasta el levantándole por la pechera. -Bien chico malo, empieza a hablar o me enfadaré mucho, y no te gustaría hacerme enfadar... Pude observar al crio que estaba aterrado en esa especi de celda. -Nosotros solo tenemos órdenes de quedarnos vigilando no sabemos nada más. Traducido a mi idioma... Creo que eres estúpido con un poco de suerte te iras sin más... -Bien... Pude ver el emblema de HYDRA en su pecho, por lo que ya sabía que se cocía... Di un tremendo puñetazo a aquél tipo y liberé al pequeño, Luego dejé una pintada al lado de la celda, en la que decía "RECUERDEN RECOGER LA BASURA" allí les encontrarían encerrados, era probable que más gente estuviese detrás para poner freno a esta organización, podría serme útiles....

Como siempre, el tiempo incesante transcurría por el mundo sin que su paso pudiese ser evitado y eso Karol lo sabía. Se movía con soltura por los techos de los edificios departamentales que conformaban el distrito de Queens. No habría ido a aquel lugar de no ser por que Hydra había contactado con ella para financiar una de tantas alianzas que tenían en pie. Una millonaria suma de por medio era lo que la incitaba a acudir; si bien era cierto que tenía más dinero del que se pudiera desear en toda una vida y mucho más del que pudiera gastar, pero aún así deseaba mucho más.

Al llegar al sitio pactado por el encuentro, el recibimiento que le fue dado no fue precisamente el más indicado para alguien como ella: un estruendoso ruido seguido de un tremendo jaleo a manos de guardias de HYDRA y un misterioso hombre fue lo que se le presentó. Oculta desde las sombras observó cautelosamente como aquellos guardias eran derribados así sin más. Y como si se basura se tratasen, el tipo había terminado por acabar con ellos en un dos por tres. ¿Es qué acaso los directivos de Hydra ponían sus intereses confiando en cualquier humano así tan fácil? Esto mismo le hacía reconsiderar sus posibles pactos con la división de inteligencia....

-Así que... ¿Amigo o enemigo?-Preguntó, emergiendo desde las sombras para quedar frente a aquel hombre. La negra gabardina que llevaba puesta le cubría casi hasta las rodillas, y con aquella prenda apenas y lo único que se distinguía era su piel blanca, pálida. Aún así se preparaba para atacar en el momento en que se le presentara la oportunidad.

OFF: no se si entendi bien, pero bueno xD

Y yo que creí que todo esto sería rápido y silencioso, el hecho de que aquella mujer estuviese en este mismo lugar, me daba a entender que no estría para nada de mi parte, sin duda era una monada, pero como ella podía tener tantas como quisiera e incluso mejores, necesitaría algo más que sus armas de mujer para lograr detenerme si es lo que pretendía. -Sal de aquí chaval, ve a la primera comisaría que veas y regresa a tu casa. Pude ver como aquél crío se alejaba de nuestra posición como alma que llevaba el diablo. -Parece que la suerte te sonríe, tienes a tu mano a toda una dama, su carne será más blanda que la de los otros, es el mejor momento para que despliegues tus artes apreciado adalid. Evité comentar de nuevo con Khonsu para concentrarme en aquella mujer, y ver cuales eran sus intenciones. -Eso depende de ti, si estás conmigo puede que nos llevemos bien, de lo contrario me temo que no lograremos entendernos.

No mostraba señal de ir fuertemente armada, pero no debía descuidarme porque tratándose de HYDRA nunca sabes por donde saldrán, una buena motosierra hubiese solucionado ese asunto de corta una cabeza y saldrá otra, si Furia supiese hacer bien su trabajo ahora no tendríamos que estar metidos en esta mierda. Observé a mi alrededor y en hacia el techo por si acaso iba acompañada, una emboscada podría resultar peligrosa si no era capaz de predecir las intenciones de mis enemigos. -¿Y bien, te dignarás a contestarme de una vez o seguimos jugando a las adivinanzas?

Una sonrisa irónica se dibujó en sus labios y le dirigió una clara mirada de desdén al hombre que se presentaba ante ella. Sí, claramente era un perfecto espécimen del género masculino, pero hacía mucho que un hombre no causaba alteración en ella por muy atractivo que fuese. -En realidad, prefiero ir directo al grano.- Respondió, sin poder evitar dirigir de nuevo sus ojos hacia aquel hombre. -Por tu hablar, tu porte y actitud deduzco claramente que eres un extranjero.... ¿Qué hace alguien como tú teniendo tratos con HYDRA?- Sí, la claridad ante todo. Aquella pregunta había sido mordaz, indiferente, pero había dado justo en el punto clave del asunto que ella quería conocer. Nada de cortesías ni formalismos puramente normales, solo un desmedido interés por conocer a su posible adversario.

La verdad es que no tengo ningún trato con ellos, pero cuando te metes en el patio del vecino sin su permiso, lo normal suele ser que este te saque de una patada en el culo. -No soporto que los malos circulen sin recibir su correctvo correspondiente, además nadie ha invitado a esa corporación a esablecerse aquí. De nuevo las voces resonaban en mi cabeza incitándome... -Ahora, vamos lo tienes frene a ti, sabes que desconfías y te quedarías más cómodo si la vieses apachurrada ante ti. Comenzaba a costarme aguantarla palabrería de Khonsu si es que realmente era ella, o es que simplemente me estaba volviendo completamente loco, y oía y veía cosas que no estaban ahí y que mi imaginación las representaba, como si de una obsesión se tratase. No me quedaba más remedio que tener que poner el doble de atención en las palabras de aquella mujer, que ahora mismo tenía frente a mi, y que no me daba buena espina.

-No quiero tener ningún trato con ellos, pero no me gusta que anden merodeando por aquí, y menos abusando de inocentes como pueden ser los niños. No estaba dispuesto a ceder un palmo de terreno, estaba completamente seguro de que lo que había hecho era justo, pero seguía sin ser consciente de que o quien era esa persona, vestida con un traje no muy apropiado para la ocasión. -¿Y tú? ¿Qué pretendes?

Vaya....Con que un héroe con pinta de villano... ¿eh? No, en definitiva no podía confiar en él, además.... había algo que aunque no podía definir, le intimidaba. Avanzó hacia él con paso firme, con un verdadero aplomo y sin aflorar ninguna emoción. -¿Así que tú eres el protector de la ciudad? Vaya, pues eso sí que es una sorpresa, tipos como tú no se encuentran todos los días por aquí, yo diría que eres un espécimen raro.-Sonrió ella, aunque esa expresión era demasiado falsa y claramente no era de felicidad.
Llevó su dedo índice hasta palpar los pectorales del hombre que tenía delante de sí por encima del traje, en actitud provocativa, aunque solo jugaba, para despistarlo y poder acabar con él más fácilmente.
-Digamos que solo pasaba por aquí.... alcancé a oír todo el jaleo que has armado y bueno, aquí me tienes. Simple curiosidad, diría yo, creo que eso es lo que me ha hecho venir hasta aquí.-Susurró, con una risilla nerviosa.

No solo no me fiaba de lo que había dicho sino que esa risa nerviosa, me transmitía la misma sensación y esperaba a que ella hiciese el primer movimiento, no podía ponerla la mano encima sin estar seguro del todo de que estaba asociada a HYDRA. -Tú y yo sabemos de sobra que no es eso encanto, vamos dime lo que estoy esperando oír y terminemos con esto de una vez ¿Quieres? Desconocía que tipo de cualidad tendría pero su aspecto me daba a entender, que no sería una humana nomal y corriente, era posible que tuviese cualidades sobrehumanas, para su decepión, no es la primera vez que pateo el culo a hombres que disponen de ellas, de hecho me incluyo, pues no es la primera vez que Khonsu ha tenido que devolverme a la vida, y después tener que aguantarle... -Y así es como lo pagas maldito desagradecido, debí dejar que te pudrieses.

-¿Mostrarás tus intenciones de una vez? ¿O seguimos conversando hasta que venga la policía? no tengo ninguna prisa

-Digamos más bien que estás interfiriendo en mis negocios... y eso no me gusta, cariño. Ya sabes lo que dicen... "Vive y deja vivir"-Susurró ella, aún con ese mismo tono sarcástico que había mantenido desde el inicio.
-A mí no me conviene que estropees esto por que perdería demasiado dinero.... y a ti no te conviene meterte conmigo por que te aseguro que podrías salir lastimado.-Se acercó a él, a una distancia peligrosamente corta para ambos y le sonrió. -Así que.... lo mejor será que te vayas y me dejes tranquila para encargarme de lo mío. ¿Estamos?-Pidió, aunque casi más fuese una orden que nada.

Tenía un par y bien puestos ni viendo lo que les había pasado a esos tres gilipollas, estaba dispuesta a ceder terreno, si se había decantado por ponerse de parte de HYDRA no estaba en mis manos, el dejarla escapar y dejarla continuar con sus negocios. -Me temo que tendré que entrometerme aunque pueda salir herido monada, no lo tengas en cuenta solo cumplo con mi deber. Hice emerger de mis guantes dos juegos de garras retráctiles de diez centímetros, teniendo en total tres garras en cada guante dispuesto a acabar con ella si era necesario.

-Por fin haces lo que debes ¡Vamos no puedo aguantar más hazla pedazos de una vez! No era una de mis prioridades satisfacer los deseos de un Dios psicópata, pero tampoco podía permitir que siguiese extendiendo la pederastia por todo Queens. -¿Te parece que acabemos con esto? aun estás a tiempo.

Agh. ¿Por qué los tipos guapos siempre tenían que ponerse en su contra? Y ella que minutos antes había pensado en dejarle "averiguar" más" pero no... tenía que dárselas de héroe. -Una lástima, me agradabas.-
Dicho esto, una nube de pétalos de rosa negros comenzó a invadir el ambiente.... algunos cortaban con fiereza las hojas de los árboles, otros se incrustaban en el metal de los autos...
La chica solo movía los pétalos al azar, para dar una muestra de su poder a aquel hombre que le había hecho enfadar. Ahora, solo esperaba un movimiento de su contrincante....

En cuanto vi los pétalos que emergían dañando todo el mobiliario que nos rodeaba, me aparte dando una pirueta hacia atrás, para después echarme a un lado y evitar así resultar herido por aquellos pétalos, no obstante al observar mi armadura de carbonadium pude apreciar marcas de aquellos pétalos que de no haber, tenido mi armadura me hubiesen producido heridas graves que de seguro hubiesen acabado onmigo, cuando estuve a cubierto tras un pilar tomé uno de mis dardos luna con la mano derecha y me asomé levemente. -DICES QUE TE AGRADO, PUES EN ESE CASO DIME COMO SACAR DE AQUÍ A HYDRA, Y ME PENSARÉ EL TOMAR UNA COPA CONTIGO. Una vez más el Dios Khonsu, se manifestó para seguir con su eterna tabarra. -¡Vamo idiota no lo estropees, acaba con esa zorra!

Ahora solo tenía que esperar a ver si la decisión que tomaba ella, era la acertada o de lo contrario tendría que acabar con ella, no tenía mala pinta, pero si se portaba mal no me dejaría más remedio que darla uno azotes, para que aprendiese que en mi ciudad. -No lo volveré a repetir, si colaboras no te haré daño.

Una macabra sonrisa apareció en su rostro mientras veía como poco a poco numerosos pétalos seguían apareciendo.-Demasiado tarde, cariño, ya te lo dije, tal vez si hubieses comenzado de buena manera y no hacerte el héroe ahora seguro estaríamos pasándola muy bien, te lo aseguro.-Respondió, corriendo para protegerse tras un pilar contrario a él, aunque los pétalos que controlaba seguían buscando a su víctima.
-¿Por qué mejor no me ayudas y así los dos ganamos? Yo tendré más dinero.... y tú me tendrás a mi. Un buen trato ¿no?-Sonrió, esperando el momento de atacar.

En lo que esos pétalos danzasen por el lugar no podría maniobrar con comodidad, sin riesgo de acabar repleto de cortes, tendría que ceder al menos por el momento o saldría gravemente herido, no cabe duda que daría lo que fuera por acabar con cualquier criminal que estuviese a mano, pero ante todo uno debía ser cauto, no es una experiencia agradable el estar en el mundo de los muertos, lo se por experiencia propia pues ya lo he visitado en varias ocasiones, si no me era posible empleando la fuerza bruta debía recurir a la diplomacia. -VALE EN ESE CASO DETEN ESOS PÉTALOS Y COMENCEMOS DE 0, SEGURO QUE AHORA LOGRAMOS ENTENDERNOS, VOLVAMOS OTRA VEZ DONDE ESTÁBAMOS.

Me quedé espectante esperando a que los pétalos se esfumasen, para poder salir a dialogar sobre la proposición que me había hecho. -Y NADA DE TRUCOS. Con un poco de suerte la haría desistir de seguir con este efrentamiento, y lograr otro tipo de acuerdo favorable para ambos.

-No quiero ninguna treta ¿De acuerdo?-Le pidió, mientras chasqueaba los dedos solo para acrecentar aquella lluvia de pétalos tan solo un momento y luego los hizo desaparecer casi enseguida. -Muy bien, así me gusta-Rió, aunque siguió teniendo cuidado por si quería jugarle una mala pasada.... por eso es que no confiaba en los hombres, pero si lograba hacer que él apoyara sus planes, entonces HYDRA terminaría por ceder a las condiciones que había propuesto y ella tendría el mando completo de la organización.
-Muy bien, volvamos a empezar.... Hola, soy una damisela sola, de noche por las calles y claramente en "apuros".-Sonrió- ¿Y tú?-

Cuando la lluvia de pétalos hubo cesado salí del lugar en el que estaba cubierto, para reunirme de nuevo con la mujer que había desatado aquella violenta lluvia de pétalos afilados, vi que ella había dado ya el primer paso por lo que me acerqué hasta donde estaba, tal y como se había acordado ninguno de los dos trataría de hacer nada, pese a desconfiar por completo de ella por el hecho de ser una malhechora. -¡Ya es tuya vamos está frente a ti, podrías partir su cabeza sin dificultades, mira lo delicada que parece! Tan delicada que de no ser por mi armadura, estaría como un queso de gruyer en estos momentos, cuando estuvimos el uno frente al otro comenzó a presentarse de nuevo.

-Puedes ahorrarte la presentación, porque ya nos conocemos, ahora hablemos claro y expongamos lo que queremos, por mi parte quiero que los negocios de HYDRA se erradiquen en Nueva York para siempre, no estoy dispuesto a que campen a sus anchas por aquí. Como había podido comprobar era una villana, y por lo tanto su propio ansia de poder la estaría consumiendo para lograr amasar más, tenía que haber una vía que a ambos nos permitiese conseguir lo que queríamos sin salir heridos. -Realmente esa organización no te importa nada, estoy completamente convencido de ello, y yo quiero que salgan de aquí inmediatamente.

Yo había expuesto mis condiciones la cuales no era difíciles de cumplir, ahora quedaba ver lo que ella estaba dispuesta a hacer al respecto, y expresar también las suyas, pues desde un principio no habían quedado muy claras y tal vez podríamos ahorrarnos todo esto, debía tener presente que no dejaba de ser una enemiga por lo que no podía bajar la guardia, pero por el momento respetaría la decisión de expresarnos libremente.

Frunció el ceño, al escucharlo exponer sus razones y negó con la cabeza. Al parecer, sí tendría que matarlo.... o cuando menos, buscar la manera de deshacerse de él de forma elegante y sin mancharse las manos, como siempre. Una lástima, por que esa voz gruesa y varonil le gustaba, pero no podía olvidarse de que él, era un héroe buscando erradicar sus negocios.
-Tienes razón.-Concedió ella, mirándole de frente.-HYDRA ni siquiera me importa, por mí, puedes destruirlos y te aseguro que no meteré las manos al fuego por ellos, como no lo hago por nadie, pero ellos tienen algo que a mí me interesa conseguir y no estoy dispuesta a que frustres todo lo que he logrado hasta ahora. Tampoco me interesa New York y su gente, por lo que les pase, me tiene sin cuidado.-Dicho esto se cruzó de brazos y esperó la respuesta de aquel individuo.

Era obvio que lo que sucedía era que ella, tenía una sed de poder insaciable pero también desconocía, que HYDRA nunca cumplía su parte del trato, ella no era más que un jodido peón contratado para cumplir sus objetivos, cuando ya no les fuese necesaria la eliminarían evitando así tener una deuda económica. -¡Y eso a ti que más te da! ¡Cárgatela de una maldita vez! Maldito pajarraco, te agradecería poder pensar por mi mismo, y que dejases de tocarme los huevos por una vez. -Ahora que ya sabemos nuestros planes hagamos una cosa, dime que es eso que quieres, y tratemos de coseguirlo de otro modo, porque en cuanto dejes de serle útil a HYDRA tu vida correrá peligro, nadie paga más pudiendo pagar menos, ten eso pesente y te aseguro al cien por cien, que HYDRA es partidaria de ese puto dogma.

Estaba tratando de darle una solución alternativa a su objetivo, pero para ello debía saber de que cosa se trataba en concreto. No exageraba en absoluto a aseguarle que HYDRA acabarí con su vida, en cuanto ya no fuese útil a su organización.